¿Conoces cuál es su función y estás al tanto del riesgo que puede suponer para tu motor que este elemento no se encuentre en perfecto estado? Hoy te vamos a dar una serie de claves que responderán a estas preguntas y además, te explicaremos qué diferencia hay entre los automóviles que llevan correa de goma en lugar de cadenas de distribución metálicas.
Y lo hacemos empezando por el final, ya que aunque suene obvio, lo primero que debes hacer para saber si te toca o no sustituir la correa de distribución es verificar que tu coche lleve correa y no cadena. ¿Qué diferencia hay y cómo puedes saberlo? Hace años, la mayoría de los coches utilizaban por norma general la cadena de distribución, desde los modelos más sencillos hasta los vehículos más lujosos o deportivos, casi todos la usaban. Pero a finales de la década de los ochenta muchos fabricantes apostaron por las correas de distribución por ser más ligeras y menos ruidosas que las metálicas.
Aportan muchas ventajas, pero también tienen pegas, ya que mientras que las cadenas metálicas de distribución prácticamente no necesitan mantenimiento, sí que es necesario reemplazar la correa de distribución, principalmente por el deterioro que sufre la goma con la que están fabricadas, tanto por el paso de los kilómetros como de los años. No hay una fecha exacta para su sustitución, cada fabricante marca sus propias pautas. Hay vehículos en los que la tendrás que cambiar como un reloj cada 20.000 kilómetros y otros en los que esa cifra se alarga por encima de los 80.000 kilómetros.
Lo mejor por tanto es que acudas al manual de instrucciones de tu coche y compruebes si lleva o no correa. Si la respuesta es afirmativa, el siguiente paso es ver cada cuándo te toca cambiar la correa de distribución. Una vez sepas esto podrás calcular cuánto tiempo te queda hasta que sea necesario realizar esta operación, pero debes tener en cuenta además que si no alcanzas el kilometraje que indica el fabricante, este elemento también se deteriora con el paso del tiempo.
Pues es el elemento encargado de sincronizar una parte importante de los componentes móviles de la mecánica de tu coche. Entenderás por tanto que si llega a producirse una rotura, las consecuencias pueden ser nefastas para el motor, ya que esos componentes podrían llegar incluso a chocar entre sí. En cualquier caso, si todavía no tienes claro si te toca o no reemplazar este elemento, siempre puedes acudir a tu centro Euromaster más cercano para que nuestros expertos te aconsejen.