Todo aquel que se compra un coche eléctrico, necesita instalar un cargador o punto de recarga en su propia casa. Todavía no puedes depender de los puntos de recarga públicos porque, aunque sigue creciendo su número, aún resultan insuficientes.
Así que si vas a comprar un coche eléctrico o un híbrido enchufable, necesitarás poner un cargador en el garaje de tu casa. Vas a descubrir que es más fácil de lo que parece.
La principal ventaja de instalar el punto de recarga en tu propio garaje es que vas a ahorrar mucho más que si tienes que depender de los cargadores públicos en ciudades y gasolineras.
Lo más habitual es que utilices el coche de día, lo cargues por la noche. Por lo que si contratas una buena tarifa nocturna o con discriminación horaria, te va a salir el precio de la luz mucho más barata.
Como las baterías tienen ciclos de carga limitados, que marcan su vida útil, si haces ciclos de carga completos estarás prolongando su duración.
Por último, otra de las ventajas (que también afecta al bolsillo) es que cada vez son más los fabricantes de coches que incluyen la instalación del cargador en casa, como oferta para los compradores de coches enchufables. Esto, además, te facilita el paso a paso porque no tienes que preocuparte de buscar un instalador.
Antes de instalar el cargador para el coche, tienes que saber qué tipo de enchufe utiliza. Porque aunque lo más sencillo para los consumidores es que sean todos iguales, con un modelo universal, la realidad es que hay fabricantes que tienen sus propias patentes para los cargadores de los vehículos eléctricos.
También tienes que conocer la potencia que necesita el cargador. Los hay desde 3,7 hasta los 22 kW. Aunque la gran mayoría de los cargadores que se ponen en los garajes particulares son de 7,4 kW.
Otro factor a tener en cuenta antes de proceder a instalar el cargador para el coche eléctrico es qué tipo de instalación eléctrica admite el coche (trifásica o monofásica).
Por último, debes saber que existen algunos modelos de cargadores con control dinámico que se encarga de que nunca consumas más de la potencia que tengas contratada en tu contador eléctrico. Se regulan en función del consumo que haya en casa, y el resto lo dedican a la carga del coche.
Lo primero que tienes que saber es que es diferente si vas a instalar el cargador para el coche en un garaje privado o en el garaje de la comunidad de vecinos. No porque tengas que pedir permiso, que no es obligatorio, sino por la conexión al contador de la luz.
La conexión del punto de recarga para el coche en un garaje particular va directamente conectado al contador de la vivienda. Solo tienes que preocuparte de que la potencia contratada sea suficiente y de conseguir una buena tarifa de electricidad.
Si la plaza de garaje para tu coche está en un parking comunitario, sí que tienes que informar por escrito de que vas a realizar la instalación, pero no te lo pueden prohibir. De hecho, en nuevas edificaciones, ya se tienen que dejar un 10% de preinstalaciones.
Dentro de un garaje comunitario se pueden hacer 3 tipos de instalaciones:
La instalación debe realizarla un instalador profesional que emita el correspondiente certificado. El punto de recarga lleva un cuadro de protecciones donde se conecta el cable que viene desde el cuarto de contadores. Ahí se puede instalar un rearme automático (muy recomendable, la verdad), para evitar que si salta el automático por la noche el coche se quede sin cargar. Sería una faena no tener batería para comenzar tu jornada.
Como ves, resulta muy sencillo instalar el cargador para tu coche eléctrico. Asegúrate de que cuentas con profesionales y que el tipo de enchufe, la potencia y demás variables son los más recomendables para tu modelo de vehículo.
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