Llegan los meses más fríos del año y por tanto, casi con total seguridad, ya necesitarás utilizar la calefacción de tu coche para encontrarte cómodo en su interior. Atrás queda la época veraniega y el sofocante calor, que habrá exigido un trabajo adicional por parte del compresor de aire acondicionado de tu automóvil para hacer más llevaderas las altas temperaturas. Y dado que quizá desconoces cómo afecta este último elemento al funcionamiento de la calefacción, en este artículo vamos a desvelarte si efectivamente influye, o si no lo hace, durante las épocas más gélidas.
No nos vamos a andar con rodeos: el compresor del aire acondicionado del coche no debería afectar en absoluto al funcionamiento de la calefacción. Esto es así por varios motivos. El primero es que tanto la calefacción como el aire acondicionado utilizan circuitos diferentes para realizar sus funciones. Para producir aire frío el sistema de aire acondicionado emplea un compresor que se encarga de mover un gas por un circuito de refrigeración, mientras que por norma general, la calefacción suele utilizar parte del calor sobrante generado por el motor durante su funcionamiento para proporcionar aire cálido al habitáculo.
Decimos por norma general porque como casi siempre, hay excepciones. En este caso, dado que es necesaria la presencia de un motor térmico convencional para que la calefacción pueda producir calor, quizá te estés preguntando qué pasa con aquellos automóviles que no tienen un motor de explosión al uso, como los vehículos eléctricos. En estos casos, dada la gran eficiencia térmica de los motores eléctricos, que no producen calor suficiente como para poder calentar el interior del coche, las marcas suelen emplear una serie de resistencias eléctricas que hacen esta función, con la contrapartida de que no son muy eficientes y reducen significativamente la autonomía. Asimismo, para los meses más calurosos, algunos equipan un compresor de aire acondicionado pero accionado por un pequeño motor eléctrico, en lugar de por el motor convencional como sucede en los coches más comunes.
Así que por norma general este elemento no debería afectar al funcionamiento de la calefacción. Si bien, hay otros casos excepcionales. Hay vehículos que disponen de avanzados sistemas de climatización automáticos, que regulan la temperatura del aire que expulsan por las salidas de ventilación en función de cada zona, de la temperatura exterior e interior, de la cantidad de humedad del aire... Por ejemplo, mientras que por las salidas centrales del salpicadero pueden estar expulsando aire caliente para mejorar el confort de los pasajeros, al mismo tiempo, las salidas que dan a las ventanillas o al parabrisas pueden estar expulsando aire más frío para evitar el empañamiento y que por tanto, proviene del compresor del aire acondicionado del coche.