Los vehículos están equipados con sistemas para reducir las emisiones de gases nocivos para el medioambiente y las personas. Uno de ellos es el sistema antipolución, que lo que hace es ayudar a controlar los gases que salen del vehículo y así reducir la contaminación del aire.
El sistema antipolución es el encargado de atrapar las partículas de carbono que son generadas durante el proceso de la combustión, antes de su expulsión por el escape. Está compuesto por varios componentes:
De estos, los principales encargados de reducir la contaminación del vehículo son los dos primeros. El filtro de partículas es capaz de absorber hasta el 99% de los contaminantes y cuando el coche detecta que ha superado su capacidad de absorción límite, se programa una regeneración que consiste en reducir a cenizas las partículas contaminantes gracias a un proceso de quemado (es parecido al sistema de pirólisis de los hornos caseros). Estos filtros pueden funcionar con o sin aditivos químicos, aunque la mayoría de los coches los usan sin ellos.
Pero estos sistemas antipolución, como cualquier otra pieza del vehículo, pueden fallar y hay que estar atentos a las señales que den porque supondría un problema para el medioambiente, pero también para el coche.
Hay varias razones por las cuales un sistema de antipolución puede fallar. Algunas de las causas más comunes incluyen:
Estas son algunas de las causas, pero hay que tener en cuenta que la media en la duración de un filtro de partículas suele ser de unos 150.000 kilómetros, por lo que esto también debe ser tenido en cuenta.
Es importante reparar estos problemas lo antes posible para mantener un rendimiento óptimo del motor y cumplir con los estándares obligatorios de emisiones.
Los vehículos de hoy en día están muy controlados por la electrónica e indican aquellos errores que puedan tener, para que les prestemos atención y acudamos a un taller especializado a solucionarlos.
¿Cuáles son los signos que indican que el sistema de antipolución puede estar fallando? Aquí tienes una serie de síntomas:
Como se ha indicado más arriba, si se detecta un fallo en el sistema de antipolución, es imprescindible llevar el vehículo a un mecánico para que lo revisen. Un mal funcionamiento en este sistema puede incluso dañar el motor y que la avería sea mayor. Además, se incumplirían los estándares de emisión de gases y eso puede acarrear multas.
La mejor solución para arreglar un fallo en el sistema de antipolución del vehículo es llevarlo al taller para que vean el origen y así cambiar lo que sea necesario. Algunas de las soluciones para arreglar alguno de estos fallos que hubiera pueden ser:
Los fallos en el sistema antipolución se pueden evitar y así alargar la vida útil del filtro de partículas. Para hacerlo hay que seguir una serie de recomendaciones que lo que conseguirán es mejorar el rendimiento del coche.
En conclusión, lo más importante es detectar los fallos en el sistema antipolución lo antes posible y llevar el vehículo a un mecánico para su reparación. Además, siguiendo las recomendaciones de mantenimiento y cuidado, se pueden evitar y contribuir al cuidado del medioambiente. En Euromaster encontrarás personal altamente cualificado que te ayudará con el mantenimiento y reparación de tu vehículo. Pide cita online.
El sistema de antipolución en un vehículo es un conjunto de componentes y tecnologías diseñadas para reducir las emisiones de contaminantes y mejorar la eficiencia del combustible.
Una vez que se ha detectado un fallo en el sistema de antipolución, es importante llevar el vehículo a un mecánico para su reparación. Las soluciones pueden incluir reparaciones en el sistema de inyección de combustible, reemplazo del catalizador o reparaciones en el sistema de encendido.
El sistema antipolución tiene una vida útil aproximada de 150.000 km de rodaje, momento en el que es conveniente sustituirlo porque puede provocar un fallo en el sistema antipolución, que nos puede llevar a contaminar más y a no pasar las inspecciones técnicas del vehículo (ITV).
Hay dos tipos, los que llevan aditivos y los que no. Los primeros llevan incorporados aditivos líquidos para que se alcance la temperatura necesaria en el proceso de regeneración. Estos se ubican lejos del motor y es por ello que no logran alcanzar fácilmente la temperatura necesaria.
Los filtros sin aditivos se colocan más cerca del motor para lograr alcanzar una mayor temperatura de los gases de escape en el menor tiempo posible.
Si el vehículo sigue circulando en estas condiciones, se puede generar una rotura interna dentro del propio filtro, provocando un fallo de motor. Lo mejor es llevarlo a un taller a que nos lo revisen y cambien si es necesario