Es bien sabido que los vehículos todoterreno están preparados para circular por superficies muy diferentes entre sí, como el barro, la arena, la nieve, las piedras o el asfalto. Lo cierto es que no serían capaces de ello sin usar los neumáticos 4x4 adecuados. Desde Euromaster te invitamos a conocer cada uno de ellos y sus particularidades. Existen diferentes tipos, pero los tres más populares son los siguientes:
Ofrecen el mejor rendimiento sobre asfalto, aunque también puedes emplearlos en superficies de tierra que no sean abruptas. Son la opción a elegir si usas un todoterreno de forma diaria y no tienes previsto hacer excursiones por el campo.
Lógicamente, están diseñados para rendir en terrenos sin asfalto, los puedes usar sobre nieve profunda y en recorridos que atraviesen diferentes superficies irregulares (piedras, barro o arena). Su banda de rodadura, de prominentes tacos espaciados entre sí, facilita la evacuación de tierra, el agarre y la tracción del vehículo en caminos quebrados.
Sin embargo, su adherencia sobre asfalto es pésima y, en consecuencia, la frenada y estabilidad del vehículo se resienten. Esto es especialmente notable sobre asfalto mojado o hielo, condiciones en las que el uso de estos neumáticos puede llegar a ser peligroso. Además, sobre asfalto sufren un desgaste mayor y son muy ruidosos.
Sirven tanto para carretera como para barro y terrenos accidentados. Su banda de rodadura usa tacos grandes pero no tan espaciados como en los neumáticos off-road, de ahí que se adhieran mejor al asfalto.
A pesar de su versatilidad, no igualan el alto rendimiento de los otros en sus respectivos medios. En cualquier caso, son recomendables si conduces un todoterreno diariamente y en ocasiones haces escapadas al campo.
Sea cual sea tu elección, pero especialmente si usas los off-road, debes saber que la presión de los neumáticos puede modificarse para mejorar su rendimiento sobre el terreno. Esto es una práctica habitual y no supondrá ningún peligro mientras no te excedas.
Si bajas la presión (por debajo de la recomendada por el fabricante de neumáticos), la superficie de la banda de rodadura en contacto con el terreno será mayor, lo cual es un beneficio para mejorar la tracción en barro, arena o nieve. En cambio, si aumentas la presión ayudarás a proteger los neumáticos en terrenos pedregosos, donde pueden sufrir cortes en los flancos si la presión fuera baja.
Para terminar, recordaremos que en terrenos complicados la pericia del conductor es igual de importante, o más, que los neumáticos que se usen. Un ejemplo de la información básica que deberías saber está recogida en esta guía elaborada por Land Rover.