Antes de nada, debemos aclarar en qué consiste recauchutar un neumático. Es el proceso por el cual la goma recupera las propiedades que ha perdido con el paso de los años y de los kilómetros. El procedimiento para lograrlo pasa por adherir una nueva banda de rodadura sobre la antigua, ya desgastada, aprovechando de esta forma la carcasa de la rueda (siempre que esta última se encuentre en buen estado, eso sí). De esta forma, es posible reutilizar un neumático.
Empecemos analizando las ventajas que aportan las ruedas recauchutadas frente a los neumáticos convencionales e incluso, en comparación con los denominados neumáticos ‘lowcost’. Tal y como te hemos dicho al inicio, su principal atributo es el de la reducción de costes, pues resulta más asequibles que cualquier rueda nueva. La segunda ventaja, una de las más importantes en nuestra opinión, es que ayudan a reducir la contaminación, pues el proceso de recauchutado es menos dañino para el medio ambiente que la fabricación de ruedas nuevas.
Hasta ahora todo suena muy bien, pero los neumáticos recauchutados tienen también aspectos negativos. Uno de los más importantes es que, mientras que los fabricantes de ruedas diseñan neumáticos para aviones o camiones con la idea de que sean recauchutados en el futuro, no es así con las ruedas para turismos. Garantizar que la base de la rueda es segura, refiriéndonos a la carcasa sobre la que se pegará la nueva banda de rodadura, es por tanto muy difícil.
Pero hay más pegas. Como te podrás imaginar, las gomas recauchutadas no ofrecen los mismos niveles de agarre que el neumático originales e incluso, pueden llegar a ser muy inferiores si no se ha realizado correctamente el proceso. En cualquier caso, si tienes dudas o quieres saber qué opción es la que mejor se adapta a tus necesidades, no dudes en visitar tu centro Euromaster más cercano para que nuestros expertos te orienten y aconsejen.