Sabemos que escoger el tipo de neumáticos más adecuado para circular por terrenos arenosos no es tarea fácil. Por lo general, dependiendo de la fuente a la que se acuda, existen diversas teorías en lo que se refiere a su ancho.
Hay quien dice que es mejor optar por neumáticos estrechos para conseguir un mayor nivel de adherencia, mientras que por otra parte, existen opiniones que abogan por la elección de ruedas con una superficie ancha para repartir mejor el peso del vehículo sobre el suelo.
Tanto una teoría como la otra tienen su parte de razón, pero para entender el porqué hace falta ir un poco más allá.
Uno de los aspectos que más influye en la capacidad de adherencia y el rendimiento de unas ruedas especiales para arena es el tamaño de los pequeños granos que componen la misma. Por supuesto, el tamaño de los granos de la arena de playa y su disposición no son los mismos que en la arena del desierto o la tierra de las montañas.
Dependiendo del tipo de arena, su grado de humedad, su temperatura o su nivel de compactación, nuestras ruedas serán más o menos eficientes a la hora de desplazar el vehículo sin derrapar.
Como comentábamos, dependerá principalmente del tipo de arena sobre la que se tenga previsto circular. Así por ejemplo, un neumático con dibujo especialmente agresivo no es una buena elección para conducir por arena suelta como podría ser la de las dunas del desierto o la playa. Este tipo de neumático se hundiría fácilmente escarbando en las dunas al tratar de rodar.
La mejor elección de ruedas para arena de playa sería un neumático ancho de superficie plana, pero lo que suele suceder con estas ruedas sobre este tipo de suelo es que se pincha demasiado fácilmente. Por ello, nuestra recomendación para circular por terrenos de arena suelta y abundante, serían unos neumáticos mixtos, que os permitirán además circular en asfalto sin problema al abandonar la arena.
Si conduces sobre arena regularmente o tienes previsto circular con tu vehículo sobre una superficie arenosa en las próximas horas, te recomendamos que no pierdas de vista esta lista de útiles consejos que te ayudarán a evitar situaciones incómodas o incluso peligrosas, permitiéndote mantener el control de tu coche en todo momento.
- Cuando se va a rodar por una superficie arenosa, especialmente cuando se trata de arena fina y abundante, conviene bajar el nivel de presión de los neumáticos incluso a la mitad de su índice de presión recomendado en algunos casos. Por supuesto, es importante circular con precaución para no dañar la rueda.
Una vez hayamos pasado este tipo de suelo, los neumáticos deberán recobrar su nivel de presión habitual lo antes posible si no queremos terminar por estropearlos.
- En el caso de los coches con función opcional de 4x4, este es el momento de activarla. El vehículo responde mucho mejor en términos de adherencia cuando se utiliza la tracción a las cuatro ruedas.
- Conviene mantener el motor a un nivel alto de revoluciones, reduciendo marcha si fuera necesario para mantener alto el número de vueltas.
- En caso de colapso o atrapamiento de las ruedas es importante dejar de acelerar o frenar pues cualquiera de las dos operaciones terminaría por hundir aún más al vehículo. Lo más recomendable es tratar de quitar arena de la parte frontal de las ruedas con la ayuda de una pala o un utensilio similar y tirar de él con otro vehículo situado sobre un terreno más compacto, atándolo a él mediante unas cinchas situadas en puntos clave.
Si tienes cualquier duda sobre qué neumáticos pueden ser más convenientes para circular correctamente, consulta con los expertos de nuestros talleres, te asesorarán y recomendarán lo que más se ajuste a tus necesidades.