Sistema de refrigeración del motor: ¿Cómo funciona y cómo prevenir los problemas más comunes?

 05/01/2021

 

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El sistema de refrigeración del coche es fundamental para que el motor se mantenga funcionando en buen estado. Por un lado, este sistema tiene la función de disipar el calor para que el motor no se sobrecaliente y, por otro lado, se encarga de mantener los lubricantes a una temperatura ideal para que no pierdan sus características. Si el sistema de refrigeración falla, el motor pagará las consecuencias y es probable que su reparación sea muy costosa.

¿Qué sistemas de refrigeración existen?

- Sistema de refrigeración por aire. Este sistema se suele utilizar en las motocicletas, así como en algunos modelos de Volkswagen, Citroen, Chevrolet, Porsche y en ciertos vehículos grandes. Funciona gracias a una banda acoplada a la polea del cigüeñal, que mueve la polea del ventilador para hacer que el aire llegue hasta las aletas de los cilindros del motor. El termostato se encarga de controlar la posición de las mamparas, regulando así la cantidad de aire. Cuando el aire ha enfriado el motor, una parte es expulsada y otra pasa al radiador, donde se enfría para recomenzar el ciclo.

- Sistema de refrigeración por líquido. Este sistema, también conocido como termosifón, es el que utilizan la mayoría de los motores modernos. En este caso, la banda acoplada a la polea del cigüeñal mueve la polea de una bomba, la cual se encarga de que el líquido refrigerante recorra todo el circuito de refrigeración. Después de pasar por el motor y absorber el calor generado en la cámara de combustión, el líquido caliente llega al radiador, donde una corriente de aire generada por un ventilador lo enfría. Luego el líquido refrigerante retorna al motor para comenzar de nuevo el ciclo. Si el motor se mantiene funcionando por debajo de la temperatura de operación, el termostato simplemente bloquea el flujo de líquido refrigerante hacia el radiador, aunque este sigue circulando por los circuitos que envuelven el motor para mantener una temperatura homogénea.

Los problemas más comunes en el circuito de refrigeración del motor

1. Aumento excesivo de la temperatura. En este caso casi siempre se debe a un problema de apertura del termostato, ya sea porque se ha acumulado suciedad en las aletas del radiador o porque se ha obstruido algún conducto. También puede estar causado por problemas en el ventilador o debido a un desgate de la bomba refrigerante.

2. Pérdida de líquido refrigerante. Normalmente se debe a una fuga, ya sea en la bomba, a través del eje o en la unión. También puede deberse a una perforación en el radiador, la rotura de un manguito o problemas en las juntas. En algunos casos el motor puede ser el responsable ya que termina consumiendo el líquido refrigerante debido a un problema en la culata.

3. Mezcla del líquido refrigerante con el aceite de motor. Si la junta de la culata no aísla bien la cámara de combustión, existen perforaciones en el bloque motor o las camisas de los cilindros presentan problemas, el aceite de puede mezclar con el líquido refrigerante, alterando considerablemente sus prestaciones.

¿Cómo evitar averías en el sistema de refrigeración del coche?

Es importante que no fuerces demasiado el motor, así evitarás que se sobrecaliente. En los viajes largos, por ejemplo, se recomienda parar cada dos horas, así no solo podrás estirar las piernas sino también dejar que el motor se enfríe un poco. También debes tener en cuenta que cuando pasas mucho tiempo detenido, en semáforos o atascos, el motor trabaja a menos revoluciones y aumentan las probabilidades de que se sobrecaliente.

Por otra parte, es importante que te mantengas atento al indicador de la temperatura del motor que se encuentra en el salpicadero. Si notas que se sobrecalienta, acude inmediatamente al taller ya que es probable que se deba a un fallo en el circuito de refrigeración del motor.

En Euromaster podemos revisar el sistema de refrigeración para detectar cuál es el problema y solucionarlo. Así no pondrás en riesgo el motor del coche, lo cual conllevaría a una reparación mucho más costosa. Recuerda además que un buen mantenimiento, así como mantenerse atento al nivel de líquido refrigerante, previene fallos que podrían tener consecuencias graves.