¿Qué tipos de disco de freno existen?
Hoy en día, los frenos de disco son los más utilizados para coches. Sobre todo se montan en las ruedas delanteras aunque cada vez más fabricantes optan por emplearlos tanto delante como atrás, puesto que tienen mejor respuesta de frenado comparado con los de tambor.
Los discos de freno van montados en el buje de la rueda y son capaces de soportar muy altas temperaturas, ya que deben transformar la energía cinética del vehículo en energía térmica. Ciertamente, disipan mejor que los de tambor.
En función de la cilindrada del coche y de las velocidades que sea capaz de alcanzar hay diferentes tipos de discos de freno que se adaptan a las necesidades concretas del modelo y marca.
Los discos de tambor se siguen utilizando en vehículos pesados y en utilitarios de gama baja. Si te interesa profundizar en ellos y conocer las diferencias con los de disco, échale un vistazo a este otro artículo.
En este artículo nos centraremos en los tipos de discos de freno que existen así como en sus características principales.
Se puede hacer una clasificación de discos de freno según el material empleado.
Los primeros discos que se fabricaron eran de hierro fundido. Al fin y al cabo, para soportar temperaturas de más de 800 °C y varios cientos de caballos de potencia se necesita un material robusto y resistente al calor.
Sin embargo, poco a poco se fueron diseñando discos de materiales más ligeros como el acero.
Actualmente, los coches de F1 llevan discos de material cerámico, llamados carbocerámicos.
No te dejes engañar por su nombre, en realidad su composición (carburo de silicio) es tremendamente duro y resistente a las altas temperaturas.
Debido a su elevado coste, también lo incorporan coches deportivos y de muy alta gama.
Tipos de freno disco por diseño
Más allá del tipo de material, los discos de freno se pueden clasificar por el tipo de diseño que tienen.
Los hay sólidos, rayados, ventilados y perforados.
Que tengan o no agujeros y líneas supone diferencias a la hora de disipar el calor y de conseguir que el vehículo recorra menos distancias al frenar.
Veamos cada uno de ellos con más detalle para conocer qué ventajas aporta cada uno de ellos.
Hechos de una sola pieza, estos discos no tienen ningún dibujo en la superficie de rozamiento. Se utilizan más en la parte trasera, puesto que la delantera es la que mayor fuerza soporta a la hora de parar el vehículo y este diseño es el que peor disipa el calor.
Recomendados sobre todo en vehículos para desplazamientos urbanos y que no alcanzan grandes velocidades.
Debido a sus bajas prestaciones, son los más baratos.
Discos de freno ventilados
Los discos ventilados solucionan el problema de los del tipo anterior. Gracias a que su diseño lo componen dos discos, con una separación intermedia de canales que permiten disipar el calor generando un efecto ventilador en el interior de ambas piezas.
El diseño interior de los canales depende de cada fabricante.
Este tipo de disco de freno es el más utilizado en los coches actualmente, por su buena respuesta a la resistencia y distancia de frenado.
Discos de freno perforados
Estos frenos van un paso más allá:los discos de freno no son lisos, sino que están perforados.
Los agujeros evitan que se formen películas de agua en superficies mojadas.
Se encuentran en coches de mayor cilindrada y que alcanzan mayores velocidades para garantizar una óptima respuesta.
Fabricados en hierro para compensar el hecho de que los agujeros no sean los causantes de grietas y deterioro del freno.
Si bien las perforaciones reducen el peso de la pieza, también se reduce la superficie de fricción.
Son similares en características y ventajas a los perforados, pero además, en contacto con las pastillas tienen un efecto de limpieza. Aunque también es cierto que eso provoca que se desgasten antes las pastillas de freno.
La ventaja respecto a los anteriores es que hay menor riesgo de que se agrieten por las perforaciones. Sin embargo, lo hace a costa de reducir el agarre de frenado.
Este tipo de discos de freno se utilizan en motos de carreras y se han comenzado a instalar en algunos modelos de coches.
Además de las perforaciones y las rayas, el borde de los discos tiene una ligera ondulación. Esto consigue una reducción en el peso sin pérdida de prestaciones.
Aquí nos referimos a los frenos de disco que tienen perforaciones, rayas y ventilación en su diseño.
Tratan de sacar partido de las ventajas que aporta cada una de las características de la combinación elegida.
Como sabes la elección de uno u otro tipo de disco de freno depende del fabricante. Aunque siempre existe la posibilidad de cambiarlos, tramitando la homologación correspondiente.
Como conductor, de lo que tienes que estar pendiente es de que se encuentren en buen estado.
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