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Filtro de aceite
Si deseamos que nuestro vehículo conserve un rendimiento óptimo con el paso de los años, es fundamental respetar los periodos de revisión y mantenimiento decretados por el fabricante. Éstos, además del cambio de aceite periódico, incluyen otras medidas fundamentales como cambiar los filtros de aceite, los filtros del aire o los neumáticos.
Pese a que en la mayoría de los casos, el cambio de filtros de aceite se ofrece como un servicio opcional derivado del cambio de aceite, su sustitución es fundamental para un correcto mantenimiento del vehículo tanto a corto como a largo plazo.
La función del filtro de aceite no es otra que proteger el motor de las impurezas y restos metálicos que suelen encontrarse flotando en el lubricante a consecuencia de la combustión y del rozamiento de los distintos componentes mecánicos. El filtro aísla al motor de la suciedad del aceite, protegiéndolo de agentes dañinos para su mecánica y composición.
Una correcta lubricación en los engranajes y los rozamientos de las piezas del motor es primordial para evitar su desgaste y garantizar su correcto funcionamiento, además de una mayor durabilidad.
El filtro de aceite es capaz de retener hasta un 95% de las partículas externas. Si no realizamos un cambio del filtro de aceite periódicamente, éste termina por deteriorarse hasta dejar de cumplir su misión, lo cual se traduce en serios daños en el motor.
¿Por qué necesito cambiarlo?
Siempre que se realice un cambio de aceite siguiendo los periodos marcados por el fabricante es recomendable realizar además el cambio de filtro de aceite. De lo contrario, terminamos por poner en juego el rendimiento y estabilidad del motor, además de otros componentes fundamentales del vehículo.
Las principales consecuencias tanto a corto como a largo plazo del deterioro y rotura de los filtros por su falta de sustitución durante largos periodos de tiempo son algunas de las siguientes:
- #1. Disminución del rendimiento del motor con síntomas clave como pérdida de aceleración.
- #2. Un consumo de gasolina más elevado.
- #3. El desgaste de varios elementos mecánicos que puede derivar en problemáticas y caras averías.
- #4. En el peor de los casos, rotura y necesidad de sustitución del motor completo del vehículo.
En caso de obstrucción de los filtros de aceite por razones similares, las consecuencias son exactamente igual de dañinas, terminando por verter toda la suciedad y partículas filtradas en el motor y provocando su obstrucción, recalentamiento y corrosión en distintos componentes del mismo.
Debido a los materiales que lo componen, no es aconsejable tratar de limpiarlo para una posterior reutilización, ya que su exposición a distintos tipos de partículas durante largos periodos de tiempo tiende a rasgarlo y dañarlo inevitablemente.
¿Cada cuánto hay que cambiarlo?
La periodicidad en la sustitución de los filtros de aceite siempre depende de varios factores distintos.
En primer lugar, es importante atender a las indicaciones del fabricante, ya que dependiendo del modelo y la marca del vehículo, la distancia en kilómetros recomendada desde un cambio de filtros hasta el siguiente puede variar de 15.000 hasta 30.000 kilómetros.
Por supuesto, también dependerá del tipo de aceite empleado. Los lubricantes denominados “long life” suelen mantenerse libres de impurezas durante más tiempo y por consiguiente, exigen tener que cambiar el filtro de aceite menos a menudo.
Pero más allá del tipo de lubricante o el modelo de vehículo, siempre es recomendable sustituir el filtro de aceite al menos una vez al año o superados los 15.000 kilómetros desde su último cambio. Lo más cómodo y factible es aprovechar las revisiones o los cambios de aceite para realizar la operación y evitar así problemas futuros.